miércoles, 6 de mayo de 2009

La escuela que México necesita para el siglo XXI





INTRODUCCIÓN

El presente trabajo aborda una temática vigente en nuestro país, la escuela que México necesita para el siglo XXI, una escuela que forme ciudadanos responsables, con plena participación en los procesos electorales, del cuidado del medio ambiente, practicante de los valores que la sociedad actual necesita cotidianamente, con una posición critica ante la forma en que actúan los gobernantes de los tres niveles de gobierno o ante sus lideres en el trabajo, sindicato y/o colonia. Ciudadanos que defiendan sus derechos y los de sus compañeros de viaje. O una escuela, que forme personas sometidas, sin capacidad de crítica, dispuestas siempre a recibir indicaciones sin cuestionar, ciudadanos robots que las grandes empresas internacionales desean que se instruyan en los países subdesarrollados.

El tema se aborda a partir de las propuestas de organismos internacionales que están encargados de supervisar en el planeta a los sistemas de educación de cada país y de vigilar que los recursos económicos que se asignan a los mismos, se apliquen de acuerdo a las especificaciones establecidas. Enseguida se revisan algunas tendencias de analistas nacionales que elaboraron propuestas para aplicar en el sistema educativo nacional. Finalmente se presentan algunas propuestas para mejorar la escuela mexicana.


Las tendencias mundiales en educación


En el año de 1993, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura integró la Comisión internacional sobre la educación para el Siglo XXI, para analizar los desafíos y las tendencias en educación y elaborar un informe que guíe las acciones del planeta en materia educativa en los próximos años. De entrada, el informe que elabora la comisión señala que la educación es parte de la dinámica económica, social, cultural y política de la sociedad mundial. Además señala que en el mundo se presentan dos tendencias que afectan a la población, la globalización y los avances en ciencia y tecnología, que se presentan de diferente manera en las distintas regiones geográficas y sobre los distintos sectores de la población.

El mismo informe destaca los cuatro pilares básicos de la educación: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser, aprender a vivir juntos. Otro aspecto que propone la Comisión es la idea del aprendizaje a lo largo de toda la vida como un principio guía para la educación del siglo XXI. En el logro de lo anterior jugarán un papel importante los maestros y los medios de comunicación masiva, se concluye este informe planteando la necesidad de elaborar e instrumentar estrategias para reformar los sistemas educativos y establecer un dialogo permanente entre la sociedad y los sistemas educacionales.

Después de la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos realizada en Jomtien, Tailandia, del 5 al 9 de marzo de 1990, se dieron a conocer a través de la Declaración Mundial sobre Educación para Todos en su artículo primero las necesidades básicas de aprendizaje, que señala:
“Cada persona -niño, joven o adulto- deberá estar en condiciones de aprovechar las oportunidades educativas ofrecidas para satisfacer sus necesidades básicas de aprendizaje. Estas necesidades abarcan tanto las herramientas esenciales para el aprendizaje (como la lectura y la escritura, la expresión oral, el cálculo, la solución de problemas) como los contenidos básicos del aprendizaje (conocimientos teóricos y prácticos, valores y actitudes) necesarios para que los seres humanos puedan sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad de su vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar aprendiendo. La amplitud de las necesidades básicas de aprendizaje y la manera de satisfacerlas varían según cada país y cada cultura y cambian inevitablemente con el transcurso del tiempo”
Como se puede observar en este artículo de la declaración mundial sobre educación, se manifiesta la preocupación por garantizar una educación a toda la población del mundo, una educación mínima que ofrezca a las grandes compañias mundiales la mano de obra que necesitan para la realización de los procesos de producción de los diversos artículos que se necesitan para cubrir las necesidades del consumo de esta población. Se debe recordar que estas compañias mundiales se instalan en los países que les garantizan una mayor ganancia, mejores estímulos fiscales, mano de obra calificada y sin problemas con organizaciones sindicales. En ese sentido, la escuela actual debe estar preparada para la formación de individuos que fácilmente logren incorporarse en estas empresas.

Las tendencias de especialistas nacionales

Existe una tendencia ligada a grupos religiosos como los jesuitas que plantean la instalación de una educación humanista que pretende desarrollar en los alumnos la capacidad de reflexión e indagación de fondo, la capacidad de asombro y lograr que se acepten los enigmas del mundo y de la existencia como propios. Sólo se puede hablar de una educación humanista cuando se pone en juego el deseo, la fantasía, la reflexión profunda, la libertad y la utopía.
Para que una educación sea verdaderamente humanista debe situarse históricamente dentro de las contradictorias relaciones humanas.

El humanismo que proponen para nuestro país es social – popular, históricamente situado y dialógico.

El nuevo modo de entender la realidad la plantean en cinco ideas, en la primera se postula el primado de la realidad sobre el ser, en segundo lugar se señala que la visión de la realidad ha de ser sustantiva-estructural o, si se prefiere sistemática, en tercer lugar esta concepción sistemática de la realidad supera también su comprensión dialéctica, la cuarta se dice que el pensamiento no sólo debe ser una reflexión representacional, sino un abordaje presentacional y por ultimo el sistema que se propone concibe a la realidad toda como intrínsecamente dinámica y abierta, como potencialidad emergente “genético-esencial”

En la misma línea de la educación humanista se señala de la necesidad de la participación social como la acción de tomar parte, con características de cierta permanencia, en decisiones y acciones que conciernen a la sociedad y se expresan en las condiciones, la definición de normas y los estilos de vida en la comunidad. También la plantean como un sistema de actitudes, acciones y decisiones que opera sobre el tejido social; es siempre una categoría compleja que supone subjetividad y relación con otros, con el medio.

La educación la definen como un proceso práctico-teórico de producción de conocimientos y de transformación social y personal. La educación para la participación social es una educación para el cambio


Para los humanistas las relaciones de interdependencia entre educación y tecnología se presentan desde el hombre primitivo, cómo surge el conocimiento tecnológico, la educación tecnológica y la tecnología de la educación, va explicando como el uso de la tecnología les permitió en diversos momentos históricos a ciertos grupos sociales establecerse como dominantes.

Señalan que los países subdesarrollados deben determinar cuáles tecnologías generadas en los aparatos productivos del mundo deben integrar y en que forma, a los acervos cognoscitivos de sus aparatos educativos, a fin de contar con los cuadros calificados que les permitan operarlas, adecuarlas, recrearlas e innovarlas.

Desde mi punto de vista esta corriente de educación humanista es otra variante que utiliza la burguesía para controlar a los pueblos sometidos, que sólo luchen por mejores condiciones de vida, busquen un cambio social que los favorezca, luchen por mejores salarios, por la igualdad de géneros, por respetar la ecología del mundo, porque los indígenas y los más humildes del planeta logren sobrevivir con dignidad, con sus derechos humanos a salvo, pero respetando la propiedad privada.

Este enfoque educativo se presenta principalmente en la educación privada destinada a las clases medias, claro que tiene la pretensión de instalarse en las instituciones de educación pública de nuestro país. Se debe reconocer que en algunos estados gobernado por personas provenientes del Partido de Acción Nacional el humanismo ha logrado penetrar de manera profunda las estructuras de los sistemas educativos estatales, a través del control de los sistemas de actualización y capacitación de los docentes y de la instalación de programas educativos como el de los valores en la escuela primaria.

El analista de la educación pública Carlos Ornelas (2000), señala en su obra que la función de la escuela es contribuir a la reproducción de la sociedad a través de sus actividades teóricas y prácticas, al mismo tiempo le señala sus funciones principales como son, inculcar en los estudiantes: conocimientos, habilidades y destrezas necesarios para ser miembros activos de una sociedad y poder desempeñar un trabajo productivo, un conjunto de creencias, valores y actitudes que se identifican con la ideología y que refuerzan los atributos de la ciudadanía y un agregado de rasgos o atributos personales que vigorizan los conocimientos necesarios para realizar un trabajo y ganarse la vida legítimamente. Lo anterior de manera conjunta contribuye a reproducir la hegemonía y legitimar el orden establecido.

El enfoque que se utiliza en el libro supone que la misión principal del sistema educativo mexicano es producir y reproducir la cultura, entendida en tres dimensiones la primera la que subraya cierto estado del intelecto y hábitos del pensamiento que se relaciona con la idea de la perfección humana y que representa el desarrollo moral e intelectual de una sociedad; segunda, el conjunto intelectual y artístico, así como el conocimiento y la experiencia de una sociedad determinada y, tercera, el modo de vida material, intelectual y espiritual acumulado por una sociedad en su desenvolvimiento histórico. Estos elementos se concretan en los capitales culturales que cada persona llega a poseer.

Ornelas señala que en el proyecto de nación hacia el siglo XXI se enfrentan tres proyectos: el corporativo, el neoliberal y el de un Estado interventor.

La primera tendencia la representan los seguidores del Estado corporativo que cuestionan las reformas propuestas por el gobierno salinista, la segunda tendencia, están los neoliberales puros que pregonan la supremacía del mercado por sobre el gobierno y la sociedad deseando que la intervención estatal se reduzca al mínimo y la tercera tendencia es la propuesta por Salinas a través del liberalismo social, señalando que puede ser un puente entre el corporativismo y el neoliberalismo. En lo ideológico las diferencias se presentan en las tres tendencias, sobre todo en los contenidos y la orientación general del sistema, la visión corporativa propone la homologación de todo el sistema, textos únicos, currículo nacional y un control central sobre el diseño de los materiales educativos, su guía principal es la consigna del general Plutarco Elías Calles de que la misión principal de la educación es conquistar la conciencia de los niños para la Revolución Mexicana y debe ser un monopolio del gobierno, por otro lado, los neoliberales apoyándose en la libertad de enseñanza, desean que en las escuelas públicas se imparta educación religiosa, abogan por un pluralismo ideológico, la competencia entre las escuelas y que se debe definir con claridad los derechos de propiedad, para la posición del liberalismo social sus planteamientos quedaron plasmados en la Ley General de Educación, un currículo nacional, pero se permite la educación religiosa en las escuelas particulares, así como cualquier otra materia general. La autoridad educativa federal mantiene la rectoría sobre todo el sistema, a través de la normatividad, la definición del currículo, la decisión sobre contenidos, la elaboración de los libros de texto gratuitos y la autorización sobre otros textos.

En nuestro país se enfrentan de manera permanente estas tendencias, el conflicto de formar ciudadanos cultos o formar productores esta presente en la historia de nuestro país, de tal manera que los representantes de las tendencias aprovechan las interpretaciones de los documentos normativos para fortalecer su posición. En el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, los neoliberales se apropian de parte del discurso del documento para señalar que la misión del SEM es formar personas con conocimientos, hábitos y destrezas capaces de hacer frente a los retos de la economía global, Pero también los analistas educativos que simpatizan con un proyectos democrático y cultural se apropian de parte del discurso del acuerdo para señalar que la misión del SEM es contribuir a fortalecer la unidad nacional y a consolidar la cohesión social.

Ornelas propone la conjugación de ambos fines, es decir, la formar ciudadanos y la de formar productores, pero para lograrlo, señala que la educación tendrá que ser más abierta, igualitaria y de mayor calidad.

En el análisis de las normas constitucionales y de las políticas educativas impuestas por los organismos internacionales que retoman para sí las tres tendencias, tal pareciera que nos daría la solución a los ingentes problemas que enfrenta el sistema educativo mexicano, pero en la realidad no es así, los problemas de la baja calidad educativa se han incrementado con el paso de los años, algunos especialistas en educación han señalado a las tradiciones y prácticas de las autoridades y maestros mexicanos como responsables de no cumplir los propósitos señalados en la normatividad. Una de las prácticas que más han dañado el servicio educativo es el autoritarismo con que se desempeñan los profesores en el aula, con el ni se forman ciudadanos ni se están formando productores.

Se debe reconocer que la baja calidad en la educación es un problema viejo en nuestro país, que se refleja en los pobres resultados escolares, la irrelevancia de los contenidos y la rutina en los métodos de enseñanza. Se explica este problema a partir de la pobreza material del SEM, de las pugnas entre grupos por el control de la educación, por la vigencia de métodos anacrónicos de producción y reproducción de conocimientos y por factores ajenos al sistema.
Los contenidos de las asignaturas para los alumnos son irrelevantes ya que los consideran que sólo sirven para aprobar los exámenes, pasar a otro ciclo u obtener un diploma o certificado. En cuanto, a los métodos de enseñanza, son rutinarios, librescos, monótonos, inflexibles y aburridos, no permiten la incorporación de la experiencia de las personas en sus actividades prácticas y cotidianas y en las actividades teóricas.

Si consideramos que la revisión que realiza Ornelas del sistema educativo mexicano se efectúa en la última década del siglo pasado y que algunas de sus propuestas fueron retomadas en la reforma educativa del 93, veamos algunos de sus resultados al 2007, tomados del libro editado por el SNTE, Un nuevo modelo educativo para el México del siglo XXI, impreso en mayo de ese año.

En educación preescolar, de acuerdo con el Observatorio Ciudadano para la Educación, la cobertura educativa es del 58%, por lo que cerca de dos millones 634 mil niños no ingresaron a ese nivel educativo.

En educación primaria la cobertura en promedio es del 98.6%, atendiendo a 14.7 millones de alumnos, aquí se señala que 28 de cada 100 alumnos no están terminando la primaria.

En educación secundaria se indica que no asisten a la escuela el 48% de los adolescentes en edad de cursarla.

En educación media superior, integrada por el profesional técnico, bachillerato general y bachillerato técnico se cuenta con una matrícula de 3.4 millones de alumnos.

El nivel superior que contempla los estudios de técnico superior, licenciatura y posgrado en universidades y licenciaturas en escuelas normales de maestros tiene una matrícula de dos millones 322 mil estudiantes.

El analfabetismo promedio alcanzado por la población mayor de 15 años en el país es del 8.1%.

Este mismo documento señala que el analfabetismo en Oaxaca es del 18%, en Guerrero el 17% y en otras cuatro entidades federativas es superior al 12%.

Como se pude observar, la situación de la educación en nuestro país, no ha mejorado a pesar de la gran inversión realizada en este rubro, de los cambios en planes y programas de estudio de preescolar, primaria y secundaria, del establecimiento del programa de fortalecimiento en educación normal, de la descentralización (federalización) de la educación básica y normal, los estados más pobres no han logrado invertir recursos propios en educación, sus indicadores educativos sólo señalan rezagos. ¿Qué hacer para resolver esta situación?

¿Cómo mejorar la escuela?
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Para salir del bache en el sistema educativo mexicano Prawda y Flores (2001), plantean algunas recomendaciones, veamos cuáles son:
· La primera es dar continuidad a lo que se está haciendo bien en el sector educativo y haya mostrado logros positivos.
· Segunda, incrementar los recursos reales por alumno, sobre todo en aquellos con más riesgos de fracaso escolar.

· Tercera, se refiere al proceso pedagógico y tiene tres vertientes:
a. Es importante sensiblilizar al maestro de que la población escolar que atiende es heterogénea y dotarlo de herramientas y entrenamiento para que practique con ellos evaluaciones formativas periódicas, de tal manera que pueda conocer su grado de avance en el dominio de los aprendizajes que marcan los programas de estudio.
b. Dotar a los profesores de opciones pedagógicas.
c. Proporcionar a los profesores la libertad necesaria para que experimenten con las opciones que resulten más exitosas.

La cuarta recomendación es impulsar una cultura de evaluación y rendición de cuentas al conjunto de la sociedad, en lo general, y a los actores educativos en lo particular.

La quinta recomendación consiste en experimentar con intervenciones de tipo híbrido para mejorar la efectividad y la eficiencia interna del sistema educativo. El SEM opera a partir de intervenciones de oferta que se diseñan e instrumentan en forma vertical. Sin embargo, estas intervenciones de oferta deben ser complementadas por medidas de demanda, es decir las que se desarrollan en la base del sistema, maestros, directivos de escuelas, padres de familia, supervisores, etc.

La sexta recomendación se integra por los siguientes apartados:
Asignar a los mejores maestros los primeros dos grados de primaria, donde se registra el índice de deserción y reprobación más alto en el ciclo de la educación primaria.
Prevenir el cambio de maestro durante el transcurso del ciclo escolar.
Asegurar el cumplimiento del calendario escolar
Alargar la jornada escolar
Incrementar la oferta de estimulación temprana a los niños menores de seis años.
Involucrar a los padres de familia en las actividades escolares de sus hijos.
Realizar evaluaciones periódicas sobre el aprendizaje de los alumnos, tanto internas por parte de los maestros en el aula, como externas al sector educativo.
La séptima recomendación se refiere a la aplicación de estrategias imaginativas para aumentar la eficiencia de la cobertura, retención, y egreso de todos los niveles. Las mismas deben asegurar que México:
Siga incrementando la oferta de programas de estimulación temprana para niños menores de seis años a través de los padre de familia.
Universalice la educación preescolar, primaria y secundaria.
Incremente la oferta de educación media superior y superior en función al egreso de la básica.
Abata el rezago de la educación de adultos.

La octava recomendación es aumentar la eficiencia en la asignación y utilización de los recursos de todo tipo. Por lo tanto, se necesita contar con información acerca de la capacidad humana y física instalada que no se usan, e información financiera sobre los recursos presupuestales que no han sido asignados y/o utilizados adecuadamente y proponer usos alternos de los mismos, en especial en las grandes zonas urbanas del país y en educación normal y la Universidad Pedagógica. Además se deben buscar fuentes complementarias de financiamiento de la educación superior en los sistemas públicos.

La novena recomendación es fortalecer los conceptos de trayectos profesionales o puentes horizontales, programas modulares y sistemas de evaluación, acreditación y certificación de conocimientos y competencias que flexibilizan en tránsito entre el mundo del trabajo y el mundo educativo y que contribuyen hacer a nuestra sociedad más entrenable que entrenada en algo específico.

La décima recomendación señala que si existe la voluntad política para abatir inequidades y si a esa voluntad se le otorga una alta prioridad en la agenda gubernamental, se necesita información para expresarlas en los grupos poblacionales y medidas concretas con criterios de discriminación positiva, una efectiva ejecución y el seguimiento y evaluación de las mismas.

Considero que las recomendaciones de Prawda y Flores son acertadas para resolver el funcionamiento del sistema educativo mexicano, la primera recomendación de dar continuidad a los programas educativos exitosos los gobiernos panistas la han cumplido, como ejemplos se pueden señalar: el de escuelas de calidad, las becas para niños de escasos recursos, algunos programas compensatorios como el PARE y PAREIB y otros no tan exitosos como el de carrera magisterial. En el caso de la segunda recomendación, no existe información a la mano que le permita a la ciudadanía percatarse del incremento al gasto real por alumno en la educación básica, habría que señalar que las desigualdades en el desarrollo económico de las entidades estatales dificultan este incremento.

Las modalidades de capacitación y actualización continúan como parte de la oferta del sistema educativo, los profesores acuden sólo por la expectativa de incrementar su nivel salarial

En el año del 2002 el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación logró reunir al Presidente de la República, autoridades educativas federales, gobernadores de los estados, empresarios e integrantes de las iglesias de México para firmar el Compromiso por la Calidad de la Educación, en este documento se señalan los propósitos y los principios que permitirán construir la escuela que país necesita, entre los que destacan:
1. Reiterar nuestro compromiso con la sociedad mexicana de ofrecerle una educación de buena calidad, que permita a los niños y niñas mexicanos alcanzar los más altos estándares de aprendizaje, sin distinción de género, etnia o condición social. El mismo compromiso asumimos de fortalecer la calidad de los servicios educativos de los niveles medio superior y superior, así como de los programas especiales para adultos.
2. Conjugar adecuadamente los enfoques centrados tanto en el aprendizaje como en la enseñanza, para que el alumno aprenda a aprender, aprenda para la vida y a lo largo de toda la vida.
3. Formar ciudadanos que aprecien y practiquen los derechos humanos, así como la paz, la responsabilidad, el respeto, la justicia, la honestidad y la legalidad.
4. Transformar los centros educativos en comunidades de aprendizaje.
5. Abatir el déficit de espacios escolares y adaptar sus instalaciones y equipo a cada orientación pedagógica pertinente, así como abrirlos a la comunidad para que se conviertan en espacios de articulación social.
6. Formar docentes que propicien la capacidad de aprendizaje independiente de los educandos, que incorporen el uso de las tecnologías más adecuadas en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, y que eduquen con valores mediante el ejemplo cotidiano.
7. Actualizar en forma permanente al magisterio en el uso de las tecnologías educativas y en las orientaciones pedagógicas vigentes. En este propósito, las instituciones habrán de propiciar la participación de los investigadores y los especialistas del ramo.
8. Garantizar, según establece la Ley General de Educación, los mecanismos de participación social para mejorar la calidad educativa en todos los niveles, con especial énfasis en la orientación a los padres de familia.
9. Conformar organismos participativos para evaluar integralmente el proceso educativo, que consideren los diferentes contextos y las diversas situaciones socioeconómicas de los alumnos, así como la diversidad de los recursos institucionales.
10. Propiciar el incremento de los recursos económicos destinados al Sistema Educativo Nacional.
Para lograr el cumplimiento de los propósitos planteados, las instituciones que lo firmaron establecieron una serie de compromisos que en el transcurso de los años no han podido cumplir, por ejemplo, la Secretaria de Educación Pública se comprometió a elevar la calidad de la educación en forma permanente, situación que cada vez se manifiesta más desastrosa, en los últimos exámenes aplicados por indicaciones de la Organización para el Desarrollo Económico (OCDE), México ha ocupado los últimos lugares. Por otro lado, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), se comprometió a impulsar acciones para la capacitación permanente de los profesores, a establecer mecanismos para que el acceso a las plazas de docentes se efectúen mediante exámenes de ingreso al servicio, y las promociones de los docentes y los directores, supervisores y jefaturas de sector se lleven a cabo por medio de concursos de oposición. Han pasado cuatro años de la firma de este documento y en algunos Estados de la República los compromisos se han convertido en letra muerta. El sindicato continua controlando la contratación de los profesores de nuevo ingreso y las promociones de docentes y directivos, sólo logran ingresar al servicio educativo las personas que tienen una relación con el partido dominante en el estado o con los dirigentes seccionales del SNTE y sólo logran un ascenso los docentes o directivos que están sometidos a la estructura sindical u oficial.
Bajo las situaciones analizadas anteriormente, considero que es difícil responder a la pregunta de ¿cómo mejorar la escuela?. La escuela mexicana sólo podrá mejorarse con la participación activa del maestro, con un maestro con compromiso social, un maestro que acuda a la escuela con la plena seguridad de que su trabajo es importante para sus alumnos, padres de familia y la sociedad del entorno inmediato de la escuela y en general de la sociedad de nuestro país, un maestro que comprenda que su trabajo puede auxiliar a una gran cantidad de sus alumnos a mejorar sus condiciones de vida, un maestro que logre formar ciudadanos conscientes de que viven en un país en el que cuentan con derechos y obligaciones, en un país en donde su voto vale igual que el del hombre más rico del mundo, en un país en donde los gobernantes son servidores públicos y no dueños de la voluntad de los ciudadanos.
Esta escuela que necesita nuestro país se está construyendo en muchas localidades de nuestro país, por maestros que se han comprometido con los habitantes de pueblos y colonias donde laboran y que han comprendido que los sectores más desfavorecidos de la población les exigen un esfuerzo extra para ayudarlos a salir del círculo vicioso de la pobreza.
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BIBLIOGRAFÍA


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SNTE- SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN. (2007). Un nuevo modelo educativo para el México del siglo XXI. México: Autor.

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